Decidí abrir este espacio para compartir palabras...porque es desde ellas desde donde me re-conozco y me comparto....
domingo, 21 de marzo de 2010
Vrindavan, o la ciudad de las viudas (Después de leer el reportaje de ANA GABRIELA ROJAS, en El País)
Hay una ciudad perdida
en donde las sombras se visten de mujer
y las mujeres son sólo sombras arrastradas por el viento
Hay una ciudad que las recoge
Esa ciudad es Vrindavan
Y ellas las viudas de Vrindavan
Son las viudas las brujas las hechiceras las viudas
de blanco de triste de amargo
las postergadas por haber perdido a su hombre
Sus plañidos salen de rincones
inundan la ciudad de Vrindavan
Desde antes del alba
hasta la incandescencia que antecede a la luna
No se ven
invisibles no existen
porque mujer sola es solo sombra
y no rocemos su sombra
que su sombra no nos roce
porque hasta su sombra es desgracia
Su cadáver caerá en el aviso del desprecio
devorado por perros
limpiado hasta el último hueso
por pájaros carroñeros
Quedan entonces detenidas de la vida
en el dibujo horrendo del abandono
Sobreviven no viven
mientras piden a Krishna
el bálsamo de la muerte
Un repiqueteo de bastones
anuncia cada tarde su regreso
al rincón de la amnesia
En la ciudad de las viudas
en la ciudad de Vrindavan
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8 comentarios:
Horrible lo noticioso.
Bello el poema.
Lo que leí me dio calor e imaginé polvo en la piel.
La sensación me estorba mucho y por eso, reconozco agradecido el logro de habérmelo hecho sentir.
Me gustó mucho la estrofa de las sombras.
Bien logrado!
Bello, fuerte, conmovedor. Me fascino lo de mujer sola es sólo sombra. Me dejo sin aliento, pero con ganas de seguir trabajando en esa busqueda-afirmacion de identidad.
Las religiones son las culpables de esta desigualdad de género por la que se mata en todo el mundo mujeres cada segundo, con cada latido, con cada respiración...
Felicidades Arabella por este bello y sentido poema.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Estremece leer y releer su emocionantísimo poema. Leí, en su día, el reportaje de ANA G.Rojas en EL PAÍS y no podrían expresarse con mejor lenguaje poético los sentimientos de piedad e indignación que nos despertaron.
Gracias, Arabella.
Impresionante, sutil, sincero,
no cabe duda que ellas no les queda mas que el recuerdo.
Excelente. Qué bueno descubrir a una gran poeta.
estimada Arabella, es un gusto volver a pasar por aqui, bellisimo poema, seguire por aca
lapuntadelicebergcr.blogspot.com
GRacias, amigos, amigas, que me visitan!
Mi abrazo afectuoso!!!
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